Amo cuando la oscuridad se siente como una seda, que me envuelve y me eleva.
Amo los espacios reducidos, oscuros, sin ruido.
Amo no ver ni mis propios dedos, devorados por la oscuridad que se lleva todo
Me gustan las ansias, la desesperación de no caer, que me hace abrir los ojos cada cuatro pasos.
Me gusta sonreir, aunque mis pequeños ojos se hagan diminutos.
Me gusta dañarme, herirme con algo de filo de vez en cuando
Me gusta como soy, y no me arrepiento de nada.
Conversaciones mentales
-
-¿Cómo eras antes?- Me preguntaba Ithil mientras nos sentamos en una banca
de algún parque.
-¿Antes de... Conocerte?- le respondía *dudativo*.
-Sí ¿Cómo e...
Hace 7 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario