20080613

para Marcel [1]

y mientras ella caminaba el bajó desde un arbol, hasta quedar detrás y susurrarle: ¿juguemos?
ella no le habló siguió su camino mientras él, con su ceniciento y ondulado pelo tomado en una cola, y sus enormes ojos azules le dedicaron una mirada a sus ojos cafés y desiertos mientras la enfrentaba.

¿por qué?

Aunque nos encontremos mil años en mil vidas Marcel, necesitas dejarme ir, aunque sea por un tiempo.
Pero...- suspiró- ¿juguemos?

La niña sonrió
corrieron hasta una plaza y el enfrente de ella, levantó sus manos, sus dedos y toco sus ojos, liberando su vista. Cada vez que ella cerraba los ojos, se desprendia el café que los inundaba y salia una sombra tomando forma, así hasta que de 8 doseles salieron seres que dejaron sus ojos libres y celestes.
Cada vez que una criatura se hacia corpórea, luz era reflejada por ella, haciendo que se viera, literalmente, radiante.

Sonrió, tomó las manos de Marcel,

Al rededor de ellos las 8 negrizas criaturas formaron una ronda, que iba cada vez más rápido...
hasta que lo que hacian Marcel y ella no se veia...

Hablaron, hablaron, hablaron, hipnotizaron las plantas para que crecieran azules y lilas...
Nadie podría nunca entender el idioma usado por ellos, no los guiaba ni el tiempo ni el espacio, visitaron playas y castillos sin moverse de la placita. Miraron personas conocidas por ellas, adivinaron sus sentimientos, leyeron sus penas, revolotearon tras ellos como murciélagos. Miraron su pasado... y el estado de hipnosis de ella se detuvo, tomó conciencia de quien era y se metió en los ojos de Marcel, llorando.

Entre las dunas de sus ojos, donde tantos recuerdos estaban guardados, encontró el nacimiento de la Tierra, donde nada habitable abundaba en rededor, cogió un par de rocas y durmió ahí.

Marcel se sentó en mitad del círculo a esperar.
Quizás esta vez podría converncerla de volver con él, de dejar de esconderse e iniciar nuevas vidas sólo por alejarse de él.

Pero Marcel nunca comprendió que ella necesitace abrir sus alas,..., esas enormes alas que lo cobijaban y solían abrigar el mundo..., una atmósfera de paz. Podía comprender y manejar ciencias, ciudades y tiempos.
Podía ser quien quisiera, al igual que ella. Pero ella eligió esconderse en la masa de la civilación más poco civilizada del universo. Al igual que siempre

Ella siguió durmiendo, hasta que Marcel detuvo a las criaturas de las sombras y mandó a por ella.
Las sombras entraron en los ojos de Marcel, en búsqueda de ella.

La encontraron, entre rocas y volcanes, la lava acechándola, ella durmiendo tranquila, le sujetaron los párpados, uno a cada lado, mientras los otros se turnaban haciendo fila para entrar.

Se vio a Marcel sentado en la plaza, en el pasto, ojos cerrados y las manos juntas en las yemas de los dedos..., maquinando.

Las sombras volvieron a sellar los ojos de la niña.
Despertó y buscó la salida..., el túnel oscuro del futuro.

Marcel estaba al lado de ella, frente a frente,
mirándola a los ojos.

2 comentarios:

Christian dijo...

puta que escribis lindo

uh...

yo no tengo mucha expiracion pa escribir ultimamente, mi menet anda vagando por alguna galaxia desconocida

Elisa dijo...

T_______________________T

Leer esta preciosisima obra de arte acompañada del piano de fondo te lo juro qe me saco una lagrimita y me dejo pa la embarra u_________________u

Algun dia escribire como tu :D !

TequieroFeña !! ^^